Una noche barata
- Fer Barboza
- 9 mar 2015
- 2 Min. de lectura
Al iniciar el año, también inician las premiaciones que tanto nos gustan ver. Las nominaciones al mejor actor, a la mejor actriz, mejor director, mejor banda sonora, mejor canción, mejor edición, etc.; así como nuestras apuestas acerca de quién debe ganar. Y entre todos estos maravillosos eventos, el que sin duda más sobresale son los Premios Oscar. Todos esos actores, directores y demás pasando por la alfombra roja, que reconocemos y que esperamos que ganen. Sin embargo, nuestros deseos no son relevantes realmente en los resultados después de todo. Las películas galardonadas a veces no son de nuestro agrado, a veces sí. A veces pensamos que no se lo merecían y a veces sí.
En estas últimas entregas de estos premios, a través de los años, hemos visto como las cosas han cambiado, o a mi manera de ver, deformado. Los Premios Oscar son uno de los eventos que representan a E.U.A., por lo mismo aquí es como llegamos a acercarnos con la “mentalidad artística” de los americanos. A ejemplo podemos mencionar los espectáculos: son muy elaborados, pero también en ocasiones muy comerciales, o se basan en simple comedia. O todo lo contrario, nos encontramos con espectáculos motivadores, sentimentales y que nos invitan a reflexionar. Estas premiaciones, en especial, tienden a la incoherencia.
Si recordamos, el reconocimiento al arte es la razón de la existencia de este tipo de eventos. Pero poco a poco, las estatuillas se entregan a películas verdaderamente comerciales, ganan actrices o actores que todos conocen y cuando algún equipo extranjero gana no se le da ni siquiera tiempo para agradecer. Estos son ejemplos que nos resumen la velada tan esperada por Hollywood.
Por lo menos, antes también se contaba con los Premios al Cine Independiente. Lamentablemente, hoy en día estos ya no se diferencían tanto de los otros. Aquí podemos encontrar las mismas películas nominadas en los Premios Oscar, prácticamente. El cine extranjero casi desaparece en estas premiaciones, contando con muy pocas categorías. La diversidad de pensamientos y costumbres que podemos encontrar en estos proyectos no son muy bien recibidos por mucha gente, impidiendo así la difusión de sus ideales tan distintos a los nuestros.
Las películas taquilleras son las verdaderas protagonistas en todo este embrollo. Existen buenas películas al estilo “hollywoodense” pero es buena idea tener en mente que también hay muchos otros largometrajes. Para orgullo de algunos mexicanos, muchas de estas súper producciones existen gracias a compatriotas. Esto no significa que México no tenga artistas con calidad, por el contrario, tenemos muchas personas verdaderamente talentosas. Mas esto no implica que debemos de dejar de ser objetivos; siempre es bueno preguntarnos si se lo merecía y por qué. Cuestionarnos acerca de todos los ganadores nos ayuda a crear una mente crítica, y poder valorar estos eventos.
En pocas palabras, estas premiaciones nos entretienen y divierten… De cualquier manera, no debemos dejar de lado nuestro juicio y la curiosidad. Al preferir una película de otra, tenemos que saber como justificar nuestra opinión, así como darnos la oportunidad de ver las películas y poder comentar nuestras preferencias cinéfilas. Es necesario, que veamos a los Premios Oscar y a los demás como un momento de reflexión, de discusión y no tanto como una verdad absoluta.

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